Durante el 2018 cerraron 400 pizzerías en todo el país, lo que representa un 7% del total de comercios registrados en la Asociación de Propietarios de Pizzerías y Casas de Empanadas (Appyce).
Según datos procesados por la entidad, la mayoría de los establecimientos cerró por causa del aumento de costos tarifarios, de alquileres y de los insumos principales. A eso se le suma la baja en las ventas en un contexto inflacionario.
“En el último año el servicio de gas subió un 233% y la energía, un 69%. Las paritarias fueron de 43%, el alquiler creció un 30% en promedio; el agua, un 26% y el impuesto inmobiliario, un 27%”, explicó Javier Labaké, director de la Escuela Profesional de Maestros Pizzeros de Appyce al diario Página 12.
Con respecto a los ingredientes, Labaké comentó que “la harina aumentó un 200% y la muzzarella, un 55%; el tomate redondo fresco, un 80% y la cebolla, un 90%”.
En los últimos meses en la Ciudad de Buenos Aires cerraron varios locales: la cadena Plaza del Carmen, Clo Clo, Los Maizales, el Café Buenos Aires, Clásica y Moderna, Hermann, la Munich de Recoleta y el Café Victoria, entre otros.