Aunque Cambiemos se vista de seda, Macri queda

En el medio del Aislamiento social, preventivo y obligatorio, Mauricio Macri viajó ayer a Paraguay para reunirse con el presidente Mario Abdo y con su sucesor Horacio Cartes. En una entrevista con la prensa local, afirmó que es necesario volver a la normalidad. Según justificó, su viaje fue “para pensar una agenda de futuro para ver cómo salir de este momento de preocupación que ha significado esta pandemia”.

Desde Asunción, Macri desafió la política sanitaria del presidente Alberto Fernández. “El miedo ha llevado a la urgencia a tomar decisiones apresuradas que pueden haber sido muy dañinas. Tenemos que hacer es volver a la calma y a empezar a retomar con cuidado la normal actividad”, sostuvo.

La normalidad según Macri indica que tres años atrás, el 13 de julio del 2017, cuando era presidente, mandó a reprimir a les trabajadores de Pepsico que intentaban cuidar sus puestos laborales. La Policía Bonaerense, a cargo del ministro de Seguridad Cristian Ritondo, y la Gendarmería, dirigida por Patricia Bullrich, usaron gases lacrimógenos y balas de goma para desalojar a mujeres y hombres que ocupaban la fábrica de alimentos en Vicente López para evitar un posible vaciamiento de las maquinarias.

#LaGarcía cubrió el conflicto. En la tarde de la represión, se realizó una movilización en Plaza de Mayo. “Pasamos una situación muy terrible y muy triste. En mis 43 años de vida jamás vi algo así. Nuestra fábrica está en un barrio obrero. La Bonaerense tiró balas de goma a mansalva, incluso en las casas de los vecinos. A cien metros hay una escuela que tuvo que ser evacuada por los gases. Lo mismo con un jardín de infantes”, dijo Luis, uno de los trabajadores.

Además, indicó que muchas mujeres trabajadoras fueron atacadas. “Reprimieron de forma brutal muchas obreras que quedaron golpeadas, lastimadas, apaleadas y con impactos con balas de gomas”, agregó Luis.