Caso D’Alessio: la trama del lavado

El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, ordenó este lunes la captura internacional de dos imputados por supuesto lavado de dinero en la causa que investiga una red de espionaje ilegal encabezada por el falso abogado Marcelo D’Alessio. Se trata de dos integrantes del «Grupo Buenos Aires»: Marcelo Patricio González Carthy de Gorriti y Aldo Eduardo Sánchez.

El «Grupo Buenos Aires» era el nombre del grupo de WhatsApp que fue encontrado en la pesquisa al celular de D’Alessio. Desde allí se pudieron reconstruir las maniobras del entramado de lavado de activos. En la resolución, a la que accedió #LaGarcía, el magistrado instó a que se detengan y se traigan al país a los dos imputados para que presten declaración indagatoria.

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«En el caso de Carthy de Gorriti, el 24 de junio de 2019, se dispuso declararlo rebelde y ordenar su inmediata detención (…), ante las reiteradas ausencias injustificadas a las citaciones del tribunal a prestar declaración indagatoria, situación procesal en la que aún permanece el día de hoy», destacó Ramos Padilla en su fallo.

Según se desprende del escrito, los otros tres integrantes del grupo investigado eran el propio D´alessio, el empresario Pablo Bloise y el ex comisario Ricardo Bogoliuk, quien se encuentra detenido e imputado también en la parte central de la causa en la que se investiga una red de espionaje ilegal y extorsión por la cual fue procesado, entre otros, el fiscal federal Carlos Stornelli.

«Marcelo D’Alessio, Ricardo Bogoliuk y Pablo Leonardo Bloise fueron procesados por del delito de asociación ilícita, dedicada a efectuar de forma habitual, organizada, con división de roles específicos y de manera estable en el tiempo, transferencias financieras internacionales a sabiendas del origen ilícito de los fondos y con la finalidad de simular dicho origen ilícito, dar apariencia de licitud a los mismos y ponerlos en circulación en el mercado», recordó Ramos Padilla.

Cabe recordar que las presuntas maniobras de lavado fueron descubiertas a partir de documentos y diálogos encontrados en el teléfono de D’Alessio, en los que se habla de la obtención de una licencia para efectuar operaciones offshore, utilizando como base para ello una filial del Foreign Forance Bank en Anoujan, Islas Comores.

Según Ramos Padilla, «de acuerdo con los documentos intercambiados, la primera operación que intentaron llevar adelante implicaba un monto elevado de dinero. En ese sentido, las partes refieren que la transferencia sería de 500 millones de euros, cifra que las personas que tenían contacto con Carthy de Gorriti necesitaban colocar en el sistema bancario».

El magistrado detalló, además, que los integrantes del grupo «se centraban en relacionar a los actores intervinientes en estas operaciones, con trato directo con ellos en diversas oportunidades, y materializar de ese modo transferencias monetarias de cientos de millones de euros entre distintos países, con procedimientos que dificultasen tanto la trazabilidad de los verdaderos emisores y receptores de los fondos como conocer su verdadero origen y, al mismo tiempo, para intentar darle sustento legal a la tenencia del dinero al introducirlo al circuito bancario».

En tanto, en su escrito Ramos Padilla detalla «varias operaciones de gran volumen económico de estas características, siempre propuestas por Carthy de Gorriti, para las que se requerirían de los ´servicios´ de Bloise».

En este sentido, el juez dio intervención a la Unidad de Información Financiera y a la Dirección de Asesoramiento Económico y Financiero de la Procuración General de la Nación para profundizar su investigación.