La Cámara de Diputados dio ayer media sanción a la denominada “ley Micaela” sobre prevención de violencia de género. Un proyecto que estaba pendiente desde el año pasado pero que recién esta semana el Gobierno impulsó luego de la conmoción que generó la denuncia de Thelma Fardín contra Juan Darthés por violación cuando ella tenía 16 años y estaba de gira con “Patito Feo” por Nicaragua.
La ley contra la violencia marchista impulsada por las diputadas Analía Quiroga Rach y Lucila Deponti lleva el nombre de Micaela García, la joven militante de el Movimiento Evita asesinada en abril de 2017 en Entre Rios. El proyecto que obtuvo 171 votos a favor y solo uno en contra, establece la capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado en todos sus niveles y jerarquías.
Según este proyecto, cada organismo estatal definirá la modalidad de las capacitaciones, que deberán ponerse en marcha dentro del primer año de vigencia de la ley. El Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), como autoridad de aplicación de la norma, deberá certificar la calidad de esas capacitaciones, y tendrá a su cargo las que correspondan a las máximas autoridades de cada poder.
El miércoles será tratado en el Senado.