Fuego y destrucción en la Comarca Andina

Por Fermín Mandiola desde El Bolsón @ferminmandiolaperiodista
Fotos: Aillin Rodríguez @fotografiaslin

El último martes, cerca de las 16.30 horas, se desató uno de los incendios más importantes en cuanto a pérdidas materiales en la historia de la Comarca Andina. Las ráfagas de viento de hasta 60 km/h y la sequedad de una zona que no recibió lluvias en continuado desde diciembre, se tornaron un combo letal para la rápida propagación de un fuego que aún se desconoce cómo fue que inició.
Aunque no hay datos oficiales, se estima que el incendio arrasó con la vida del peón rural mapuche Sixto Garcés e hirió de gravedad a tres personas. Además, 250 casas fueron totalmente destruidas y más de 2 mil hectáreas de tierras devastadas. Claro que los números no contemplan animales domésticos calcinados por las llamas, cuyas fotos inundan las redes sociales, ni ganado para uso familiar.
La cronología de los hechos advierte que mientras los aviones del Plan Nacional de Manejo del Fuego trabajaban en un foco de incendio anterior, en la Estancia Mallín Cumé, El Maitén, que se cobró la vida del peón rural Sixto Garcés, ardió una de las laderas del Cerro Piltriquitrón, en las afueras de Bolsón en Río Negro.
Minutos después y al cruce de la Ruta Nacional 40, el Cerro Radal comenzó a arder y las llamas corrieron en forma de espejo, quemando buena parte del paraje Las Golondrinas, en Lago Puelo, y frenando ambos siniestros en la entrada de El Hoyo. Ambas localidades pertenecientes a la provincia del Chubut. Con horas de diferencia, siete incendios en simultáneo azotaron las localidades de Lago Puelo, el Hoyo, el Bolsón, Cholila y el Maitén.
Es por eso que tanto pobladores como brigadistas coinciden en el análisis: “los incendios fueron intencionales”. Resta saber, claro, quiénes fueron los responsables y con qué motivos. No es ninguna novedad que el gobierno del Chubut, dirigido actualmente por Mariano Arcioni, viene llevando adelante una terrible ofensiva contra el pueblo chubutense con el fin de instalar la megaminería a cielo abierto ¿Buscarán con el fuego doblegar la voluntad popular?
Lo increíble del asunto, es la falta de organización de los entes municipales para interceder en situaciones críticas, como así también la poca coordinación entre los tres niveles de gobierno. Muestra de esto es la desorganización en la recepción y distribución de donaciones, en la cual se ponderan algunas zonas por sobre otras, sin identificar urgencias ni prioridades.
La necesidad inmediata de las familias damnificadas es diversa, pero consiste principalmente en una vivienda segura, en la cual poder continuar con sus vidas, como así también materiales de trabajo para quienes desarrollan sus oficios de artesanos. Asimismo, los terrenos quemados se encuentran intransitables y una posible reconstrucción de las viviendas suena tan utópico como el fuego que, en menos de 12 horas, cambió la vida de los pobladores de la Comarca Andina.