Martín Piaggio, jefe comunal de Gualeguaychú, pidió a los legisladores de Entre Ríos «no avanzar con la derogación de la Ley de la Madera que nos ampara del avance de la industria de la pasta de celulosa que contamina nuestros ríos y nuestro aire». A través de las redes sociales, el funcionario subrayó que «el derecho a un ambiente saludable prima por sobre todos los derechos» y adelantó que desde el municipio «seguiremos trabajando incansablemente por tener para nuestros hijos y nuestras hijas un ambiente sano, en el que puedan crecer libremente».
Según informan medios provinciales, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, abogó personalmente ante el gobernador Gustavo Bordet para obtener la derogación de la ley 9.759, que fue promulgada por el exgobernador Jorge Busti en 2007, en pleno conflicto con Uruguay por la instalación de pasteras. La norma impide «la venta de rollizos o chips, en forma directa o indirecta, a las industrias establecidas o que se establezcan en Uruguay, cuya finalidad sea la producción de pasta celulósica». Rollizo es la madera sin proceso industrial que proviene directamente de los bosques implantados y los chips son un subproducto parecido a la viruta o al aserrín, también denominado astilla. Ambos son materia prima de la producción de celulosa.