La sonrisa del «Chino» Zannini

Hace un calor espantoso en buenos aires. Es el último dia de enero, no es para menos.

Vine a esta ciudad enorme con mi «vieja», a los 90 años de la tia Alba,Nena para la familia.

El cumple es mañana 1 de febrero, aunque los festejos serán el fin de semana.

Aproveché mi estancia por estos lares y a las 7 de la mañana me tomé una combi a la unidad 1 del Servicio Penitenciario Federal.Allanó el camino para acceder a una visita, el querido compañero Charli Pisoni.

Con papeles en mano, y la condición de secretario de DDHH, más la buena disposición de Franco Zannini, hijo del «Chino», confluyeron para que pudiera visitarlo a Zannini, en una amena charla de dos horas , en esas paredes grises del Penal, contrastando con la sonrisa abierta y franca de Zannini y, el entusiasmo, de un compañero, que no se doblega ante tanta injusticia.

El personal penitenciario me trató bien. Muy profesionalmente.

Eran cerca de las 10 hs cuando atravesé, acompañado por una oficial, el trayecto de unos docientos metros, hasta el modulo que está a la derecha del penal.

Suficiente para sentir el sol impiadoso del verano.

Aguardé en un pasillo
todo rodeado de rejas y al momento apareció El «Chino» despidiendo a Mariano Recalde, que habia entrado antes que yo y una abogada joven.

Le di un fuerte y apretado abrazo de compañero.

Nos fuimos a una salita y conversamos casi dos horas sin pausa.

Lo vi y sentí integro, hasta orgulloso de ser perseguido por una Justicia de «ojos vendados».

Me preguntó por La Rioja. Hablamos de su Villa Nueva natal. De su amistad y admiración por el cura de su pueblo, militante en los 70 del movimiento de Curas para el tercer mundo y detenido politico en el año 75.

No estvo ausente Francisco, el Papa,
y los gestos que hablan por si solos. Comentamos el discurso en la penitenciaria de Chile y el encuentro con las comunidades mapuches.

Me dijo emocionado, que tiene con él, un rosario que les regalo Francisco, cuando lo visitaron con Cristina en Roma.

Le conté de Milagro Sala, en aquella visita inolvidable, el pasado 28 de diciembre. El tiene un entrañable cariño por ella, la Tupac y Raúl Noro. Es una gran luchadora, golpeada y ultrajada por el odio de clases y por la osadia de dignificar a los de abajo.

Me contó que está releyendo a Cooke. Hablamos al pasar algo de un escrito de Humberto Ecco sobre la Justicia, como herramienta politica de destrucción del adversario, puesta en práctica «al dedillo» en estos tiempos.

Nos resulta inevitable relacionar, y Carlos Zannini me lo expresó con contundencia y vivamente, el escarnio y la persecusión politica, que hoy padecen los militantes populares, a toda la infamia que sufrió Perón después del 55.

Le dejé de regalo un imágen de Angelelli en un cuero con el contorno del mapa de La Rioja. Eso nos llevo a hablar del significado y vigencia del mensaje y compromiso del Obispo asesinado como referente de la lucha de nuestros pueblos, por su liberación.

Le dije que en esa estampa se reunia el cariño y la solidaridad activa, de muchxs riojanxs a los presxs politicxs en democracia.

Con dolor, como todos los que anhelamos y pusimos un granito de arena en la edificación de una Argentina más justa, ve como se derrumban tantas conquistas, que muy lejos de desanimarlo, lo fortalecen, confirmando una certeza: unir el campo popular y no abandonar la lucha y mantener encendida, pese a tanta barbaridad y arbitrariedad, como la que él y demás compañerxs sufren, la llama encendida y viva de la Esperanza.

En el diálogo, valoramos el ejemplo de tenacidad de Las Madres y Las Abuelas, a propósito de la recuperación de los nietos, cuando recordabamos juntos lo de mi primo Maxi, el nieto 121, y el «Chino» tenia muy presente el lindo testimonio que habia visto en los medios periodisticos de como habia seguido la misma carrera que habia iniciado su padre biólogico desaparecido en otros tiempos y como este encuentro con su verdadera identidad le habia agrandado el corazón.

Cuando el reloj dió las 12 de mediodia, nos despedimos de este encuentro intramuros, que en la sonrisa inalterable y auténtica del «Chino» , me dejó estampada la serena alegria de que no nos han vencido y que la Victoria de los pueblos no nos la arrebataran para siempre.

Ah! y que Volveremos mejores, para hacer la Patria libre, justa y soberana que nos debemos y merecemos y por la que el «Chino» Zannini y todos lxs compañerxs perseguidxs y presxs politicxs pusieron y ponen el «cuerpo».

Gracias «Chino» por tu testimonio.

Como decia Angelelli: «Hay que seguir andando nomás».

Porque El Futuro es de los pueblos. No de sus Verdugos.

Hasta la Victoria

Delfor «Pocho» Brizuela
Secretario de DDHH de La Rioja