*Por Sabrina Roth publicado en Nuestras Voces
Antes de la masacre de Monte, la Bonaerense de María Eugenia Vidal había aplicado la doctrina de «primero disparar luego averiguar», asesinando a Diego Cagliero en Martín Coronado. Aseguraron a los medios que había sido luego de un «robo comando» a un supermercado. En realidad, él y siete amigos discutieron por dos cajas de Paty en un Día, la Bonaerense los acribilló y les plantó dos armas. Un informe de CORREPI revela que desde que asumió Cambiemos cada 21 horas el Estado asesina a una persona. El 51% de los crímenes de fuerzas policiales fue en la provincia de Buenos Aires.
Mientras la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, defiende la «doctrina Chocobar» del asesinato por la espalda y sostiene que no necesita pruebas de las fuerzas de seguridad ya que su relato tiene carácter de verdad, el asesinato de Diego Cagliero, en Martín Coronado, pone otra vez en evidencia que la policía miente y que la política que impulsa Cambiemos mata. Pocas horas antes que la bonaerense masacrara a tres adolescentes y un joven en San Miguel del Monte y montara una versión que se demostró falsa, en el Partido de Tres de Febrero, los agentes que responden a María Eugenia Vidal aseguraron que tras un enfrentamiento lograron detener a una banda que había “realizado un robo comando de película”. Sin embargo, eso no fue lo que sucedió: ocho amigos que habían discutido en un supermercado Día por una caja de Paty fueron perseguidos por la Bonaerense, acribillados y uno murió. Denuncian que les plantaron dos armas.
Luego de la mentira, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Ritondo, le informó a la familia de Cagliero este miércoles que cuatro policías fueron desafectados. Desde la Fiscalía 5 de San Martín, al cierre de esta nota, informaron que desde el Ministerio Público Fiscal apenas notificaron a los agentes que las pericias sobre las armas se realizarán la próxima semana.
Diego Cagliero. Treinta años. Se iba a convertir en padre en tres meses. “Tenía alma de artista. Formaba parte de una grupo musical muy querido en el barrio, Payaso ortopedia. Amaba la música. Era alegre, sociable, siempre estaba dispuesto a ayudar a alguien. Estaba comprometido con las causas de derechos humanos”, contó a Nuestras Voces su hermana Yamila. Fanático de River, iba a la cancha con sus amigos como cualquiera. Terminó la secundaria en el Instituto Martín Coronado con mucho esfuerzo. Se recibió con su papá. Los dos fueron abanderados al mismo tiempo. Diego decía que su viejo era su mejor amigo, aunque amistades no le faltaban. A su velorio fueron más de doscientas personas.
El 19 de mayo volvía con sus amigos de un sepelio. Unas horas después, la policía lo mató. Ese mismo día Clarín tituló: “Tres de Febrero. Golpe Comando en un súper, persecución y un ladrón muerto”. Y luego detalló: “ocho delincuentes asaltaron una sucursal de la cadena Día, pero los atraparon y uno murió en un tiroteo”. Tres días después Infobae escribió: “Video: una persecución de película terminó con un presunto delincuente y siete detenidos”. También aclaró que, según fuentes policiales, luego que el grupo entrara a robar a un supermercado en Martín Coronado los supuestos asaltantes fueron interceptados a 20 cuadras del comercio y que “fuentes ligadas a la investigación detallaron que fue un «robo pensado», en donde las ocho personas tenían información sobre una recaudación que el supermercado iba a despachar durante las últimas horas”. En la misma línea, La Nación, el 23 de mayo, publicó: “Un ladrón muerto tras una cinematográfica persecución en Tres de Febrero”. Según consignaron, la muerte se produjo tras un tiroteo. La misma versión repitió Diego Valenzuela, intendente de la localidad que responde a Cambiemos y que en su cuenta de twitter subió la foto de los amigos de Diego esposados contra el suelo, con la policía pisándolos y una camilla dispuesta para retirar el cuerpo sin vida de Diego. “Luego de un robo en el supermercado Día de avenida Perón al 7600 se organiza operativo cerrojo que termina con todos los delincuentes detenidos”, escribió. En Facebook subió el video de las cámaras de seguridad. Esta semana eliminó esos posteos de sus redes sociales.
Sin embargo nada de eso sucedió. No hubo robo comando, no hubo persecución, no hubo tiroteo. Diego y sus amigos fueron a un velorio. Luego pasaron por el supermercado Día a hacer unas compras. Dos de ellos se quedaron en la camioneta. Algunas versiones señalan que dentro del supermercado mantuvieron una discusión con el cajero porque querían llevar cierta cantidad de productos y la plata no les alcanzaba. Entonces dejaron la mercadería y salieron. Otros dicen que la discusión continuó en la calle, pero que allí entregaron lo que habían retirado y se fueron. Según la declaración a la que accedió Nuestras Voces, luego de eso fueron a una casa a buscar un parlante, pasaron luego a saludar a otro amigo y cuando regresaban por la Avenida Márquez, en pleno centro de Tres de Febrero, antes de llegar a la esquina de Campo de Mayo, se cruzó una camioneta de la policía bonaerense a todo lo que da, encerró al vehículo de costado y el conductor aceleró del susto que tenía. Cuando aumentó la velocidad la policía disparó. Cuando escuchó los gritos de los compañeros, el conductor frenó y bajaron todos con las manos en alto. “En ningún momento tuvimos armas de fuego en el auto ni amenazamos a nadie por la ventana”, declararon. Diego había sido acribillado.
La causa fue caratulada como “Robo agravado por haber sido cometido en poblado y en banda y tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil compartida”. La policía asegura que secuestró de la camioneta dos armas. Sin embargo, los jóvenes denuncian que no son de ellos y que se las plantaron.
Fernando Sicilia, abogado de la familia de Cagliero, en diálogo con Nuestras Voces, explicó: «El que está en el mundo judicial en la provincia sabe que si esto hubiera sido un robo con armas, como se presentó, nadie estaría en libertad. Y están todos libres menos un muchacho que tenía antecedentes”.
“No hubo ningún golpe comando a ningún supermercado, ni se llevaron ninguna recaudación millonaria. De hecho la policía no secuestró de la camioneta en la que iba mi hermano nada de plata, es decir cero pesos. El gran golpe comando fue por dos cajas de paty y en definitiva los tipos terminan yéndose del Día y dejando la mercadería. Uno de los chicos contó que venían como riéndose que se habían peleado en el Día, como que había sido una situación como un paso de comedia. Volvían totalmente desprevenidos, no huyendo de nadie, ni escapándose de la policía. No hubo una persecución. De hecho, cuando están volviendo para el centro de Martín Coronado para ensayar en la plaza pasaron frente a la comisaría. Si hubiera sido un grupo de delincuentes experimentados que estaban preparando el robo de película, como dijo Infobae, no van a volver por enfrente de la comisaría a 40 kilómetros por hora. No se sostiene desde ningún punto de vista que esos chicos estuvieran huyendo de la policía y que habían cometido un ilícito”, explicó Yamila. Y agregó: “La escena del hecho no fue bien resguardada por la policía a pesar de suceder frente a la comisaría. Entregaron fotos a los medios de mi hermano muerto. Los chicos juran que no iban armados, no hay disparos de la camioneta hacia afuera y mágicamente aparecieron en la camioneta dos armas oxidadas y viejas”.
Independientemente de lo que haya sucedido, lo cierto es que la policía disparó al menos once veces, en una Avenida céntrica, un domingo, en un horario y lugar muy concurrido. “De ninguna manera la policía puede disparar en plena Avenida Márquez, están locos. Es lo mismo que pasó en San Miguel del Monte. No pueden disparar. Ellos primero tienen que dar la voz de alto, en segundo término perseguirlos, y, si disparan, no pueden tirar a matar. Podrían haber disparado a las ruedas. Ellos hablan de enfrentamiento. Cuando hay enfrentamiento hay dos partes, no hay ningún impacto de bala en ningún patrullero ni en zonas aledañas que no sean las balas policiales, que son armas 9 milímetros. Esto fue un homicidio. No fue una desproporción, no hubo exceso en la legitima defensa, porque no hay agresión ilegitima. Que se esté escapando un auto no es una agresión a la policía. Es un homicidio agravado por haber sido cometido por personal policial en el abuso de sus funciones”, aseguró el abogado.
La Fiscalía Número 5 de San Martín está a cargo de la investigación. Hay una causa caratulada como robo agravado, según se señaló anteriormente, por lo que sucedió en el supermercado y hay otra por homicidio y lesiones, en la que se investiga el asesinato de Diego y el caso del otro amigo que continúa internado tras haber sido herido por otro proyectil. Sin embargo, hasta el momento la fiscal Gabriela Bisnan no tomó declaración a ninguno de los policías. Por el momento ordenó pericias sobre las armas de los efectivos y los notificó respecto a que la misma será realizada la semana próxima por parte de la Gendarmería. Según el departamento de prensa de la fiscalía, en coincidencia con la versión policial, se secuestraron de la camioneta dos armas, una con munición y otra de aire comprimido.
“La hipótesis es que la policía tiene luz verde para disparar. Lo que hicieron en San Miguel del Monte lo hicieron acá”, sostuvo Sicilia. Según un informe que presentó la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), desde que asumió Cambiemos, cada 21 horas el Estado asesina a una persona. El 51% de los crímenes en manos de fuerzas policiales ocurrieron en la provincia de Buenos Aires. “Se trata del gobierno más represor desde 1983”, concluyeron.
Para María del Carmen Verdú, de la CORREPI, el caso de Cagliero “es la típica situación de un fusilamiento que es presentado como enfrentamiento, no sólo según la versión policial sino que esa versión fue tomada por el Municipio, fue tomada judicialmente y sólo a partir de la posibilidad de desbaratarla con pruebas concretas quedó expuesto el caso de gatillo fácil. Si nosotros vamos a las leyes, a los protocolos de actuación, a la reglamentación de la policía bonaerense propiamente dicha, al marco general de actuación de miembros de fuerzas de seguridad y a las normas de Naciones Unidas, cualquier fuerza argentina tienen prohíbido disparar para interrumpir una fuga. Si no hay disparos del otro lado, está prohibido disparar. Pero si aplicas la Resolución 956 del Ministerio de Seguridad de 2018, la fuga es una de las hipótesis en las que sí pueden disparar. Ese es el problema. Que esa resolución habilita el disparo contra personas desarmadas, de espaldas, en fuga”, reclamó Verdún.
Gracias a la difusión del caso, al igual que sucedió en San Miguel del Monte, se pudo desbaratar la versión oficial. Sin embargo, ni Danilo Sansone, ni Gonzalo Domínguez, ni Camila López, ni Aníbal Suárez, ni Diego Cagliero ni las 1303 personas que fueron asesinadas por el aparato estatal entre el 10 de diciembre de 2015 y el 12 de febrero de 2019 recuperarán su vida. El accionar de la policía, avalado por la política que impulsan Mauricio Macri y Patricia Bullrich, a nivel nacional, y María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo a nivel provincial sigue matando y, hasta que no se revoque la resolución que avala la doctrina Chocobar y las máximas autoridades políticas cambien su discurso eso seguirá ocurriendo.
Los vecinos que estamos desprevenidos, engullimos las mentiras de Diego Valenzuela, actual intendente de Tres de febrero (a pesar que nunca vivió aquí). Una semana después nos llegan los tuits de la hermana del fallecido implorando se diga la verdada traves del periodista Guido Molteni. En cuanto al arma encontrada en la camioneta, en la jerga policial le llaman «perro» un arma de baja calidad que siempre portan para inculpar al inocente. Valenzuela es un experto en medios y con la ayuda de Hernan Lombardi expandió la noticia manipuladora mediante TELAM, para sus votantes comprometidos con el gatillo fácil que están convencidos que nunca les llegara…..hasta que llega