El jefe de Gabinete, Marcos Peña, respondió por escrito las preguntas que le enviaron los diputados antes de la presentación del primer informe de gestión en el Congreso.
Al ser consultado por el caso Chocobar y la mirada del Gobierno sobre el accionar de las fuerzas de seguridad, Peña respondió que “más allá del resultado de estos procesos, el Gobierno aclara que no defiende una política de «mano dura», ni favorece una doctrina punitivista en la lucha contra el delito. Tampoco está de acuerdo con algunas de las visiones abolicionistas recientes. Simplemente abre un debate para encontrar un punto medio en el que estén contemplados en el proceso los derechos y las voces de las víctimas, se reconozca el riesgo que el delincuente asume con su conducta y se tenga en cuenta las difíciles decisiones que deben tomar los agentes de las fuerzas de seguridad federales en su tarea cotidiana”
Y agregó que “El objetivo del Gobierno y de los ministerios de Seguridad y Justicia y Derechos Humanos es avanzar hacia un sistema que ponga en el centro a las víctimas del delito, que respete a las fuerzas de seguridad y que ofrezca penas proporcionales a los delitos cometidos. Las leyes, los códigos y las prácticas actuales en ocasiones se alejan de estos objetivos, porque colocan en pie de igualdad a las víctimas, las fuerzas de seguridad y a quienes cometen delitos”.
